diumenge, 11 de setembre del 2011

El futuro del turismo (y 2): evolución del "Sol y Playa" en el siglo XXI


No cuestionaré la importancia del "sol y playa", ni vaticinaré, como muchos hacían, que fuera a desaparecer o que fuera a ser substituido en breve. Ni creo tampoco que otros segmentos, por estratégicos y cruciales que son a mi entender para la diversificación de la oferta en nuestro país, como por ejemplo el agroturismo, el turismo deportivo, el gastronómico, el de negocios, el de salud o el urbano, lleguen nunca a substituir a éste durante los próximos años.

Es cierto que el crecimiento de estas modalidades son proporcionalmente superiores al segmento de "sol y playa", y que se está haciendo un notable trabajo para que así sea, pero hay demanda de decenas de millones de personas para el "sol y playa", y no la hay, a ese nivel, para esos otros segmentos. Y nuestra oferta turística está centrada, orientada y vehiculada en su gran mayoría hacia ese importante colectivo.

Nuestro país tiene un clima, unas infraestructuras, una accesibilidad aérea y terrestre (no aun ferroviaria), un litoral y una oferta complementaria que con unos precios significativamente competitivos, y apoyado por un entorno de significativa seguridad se convierten en el contexto idóneo para esa realidad.

El turismo de "sol y playa" se estima que representa a nivel mundial el 80% del turismo vacacional. España es el líder mundial de este segmento, dentro de la región más importante del mundo: El Mediterráneo. Si bien es cierto que la OMT estima un crecimiento de un 2,1% anual hasta el 2020, muy inferior a otros tipos de turismo con perspectivas de mayor evolución, éste seguirá siendo la próxima década el segmento líder del turismo en volumen de pasajeros e ingresos totales.

A mi entender el "Sol y Playa" está claramente en la fase de madurez de su ciclo de vida, pero no aun en declive. Seguirá siendo por muchos años el segmento clave de nuestro sector, pero para evitar su posible decadencia hay que hacer unos cuantos e importantes ajustes y deberes. A modo de ejemplo relaciono los que a mi entender son más esenciales:

1- Mantener nuestras costas sin más agresiones urbanísticas y reducir todas las que sean posibles en los próximos años y ser pioneros en nuevas políticas medioambientales.
2.- No potenciar mayores aglomeraciones y frenar (no hablo de eliminar) la masificación.
3.- Renovar paulatinamente nuestra oferta turística allí donde sea excesivamente obsoleta. Tienen que haber productos de todas las categorías, pero siempre con la adecuada relación calidad-precio.
4.- Cada destino es una marca y debe tener unos atributos identificables. Los que están fuera de ellos deben ser presionados para adaptarse.
5.- Segmentar el turismo de sol y playa y no tratarlo de forma homogénea. No es lo mismo el turismo senior que el familiar. No podemos aspirar de forma genérica a ser un hotel o destino donde tengan cabida todo tipo de turismo vacacional.  La especialización condicionará una tipología de oferta y servicio.
6.- Políticas de posicionamiento por destinos o zonas en base a esa segmentación. No querer ser todo para todos.
7.- Diversificar la oferta, para que el turismo de sol y playa tire de otras actividades: urbano, cultural, gastronómico, salud, deportivo...
8.- Dotar nuestras playas de las mejores infraestructuras del mundo: limpieza diaria, duchas de agua dulce, vigilancia, tumbonas y parasoles, chiringuitos de calidad, atención médica, ofertas culturales y deportivas en las playas y para un futuro ir pensando, sirvan solo como ejemplo, en desarrollar sistemas antimedusas, coberturas wifi gratuitas, gratuidad para ceniceros, hielo y agua dulce gratuita en las playas, bajada gratuita de novedades en los móviles sobre el estado de la mar, el clima, mapas de playas interactivas con información de todo el litoral español...
9.- Potenciar desarrollos transversales de I+D pioneros en este segmento a nivel mundial: pastillas que eviten las cremas solares, ser pioneros en thalasoterapia y spa...
10.- La oferta complementaria es un signo de distinción de nuestro país. El TI (todo incluido), es una legítima solución cada vez más demandada pero que no la refuerza. Por lo tanto es necesaria más imaginación y reinvención por parte de los oferentes terceros.
11.- Tolerancia cero con el incivismo provenga de donde provenga.
12.- Disponer de un plan estratégico "sol y playa" para cada destino y región con un plan de acción anual.
13.- Una política comercial internacional única que apueste por nuevos mercados emergentes.
14.- La apuesta por marcas transnacionales, como la que ya hemos propuesta algunas veces: p.e "Mediterráneo".